Como ha llovido desde la última vez que se suponía "retomaría" el Blog...
Han pasado dos años...dos largos años en los que no sabía que sería de mí, como ahora por ejemplo, que me encuentro en un lugar donde nunca espere estar (de formal temporal, como no!) expectante de que será lo próximo en llegar. Sinceramente no esperaba que cambiaran tantas cosas en 730 días, cosas buenas y malas por supuesto: reencuentros con amigos que hace años no veía, con conocidos que no esperaba considerarlos amigos ahora, con amores platónicos que se quedarán así para toda la vida y cuyos asuntos pendientes no merecen la pena cerrarse (¡¿para qué?!) y con un amor platónico que no parece serlo del todo...sin duda de lo mejor y peor que he podido tener hasta ahora...Cosas de ese tipo.
Estos 730 días me han servido para darme cuenta que cada año voy a peor pero en el buen sentido, no se si con los años me he ablandado más o simplemente me he vuelto más estúpida, el quid de la cuestión es que por mas mala persona que intente ser, siempre termino haciendo lo contrario...no tengo remedio!
Madrid
En 2015 me mudé a Madrid temporalmente para intentar cambiar mi vida y volver a sentir esa sensación de libertad que sentí cuando experimente mi fabuloso año Erasmus (que tiempos aquellos...). La verdad que fueron los mejores tres meses de mi vida. Compartiría piso en Madrid con mis amigas de infancia. Con ellas todo parecería mejor, no me costaría adaptarme a mi nueva vida (por lo general nunca me cuesta pero no se sabe lo que te puedes encontrar...), de hecho así fue...conocí a mucha gente, entre ellas a la persona que, como no, atormentaría mi lado emocional durante mi estancia. No fue una persona por las que te planteas que la estancia temporal se transforme en algo a largo plazo, simplemente fue un "quizás puede ser él" pero obviamente no fue así y de menuda me libre...pero claro, como siempre pasa terminé escarmentando por pensar en que podría haber salido bien... ahora es sólo una persona más a la que veo y saludo "cordialmente" aunque muchas veces me encantaría pegarle por idiota...en fin, pienso que el karma se encargará de tomar justicia por mi jaja!En cuanto a lo laboral, tengo que reconocer que se dio mucho mejor de lo que esperaba, fue la mejor experiencia hasta el momento teniendo en cuenta que era la primera vez que iba a trabajar en una empresa sería utilizando los conocimientos que mi Cv presume (en esa época super escasos). Lo mejor fue todo lo que aprendí, tantas cosas nuevas que me hizo añadir otra cosa a mi lista de "en qué especializarme", es una lista muy larga a la que ya haré caso más adelante ya que de momento sigue en standby. Obviamente este primer trabajo no me dio sólo conocimientos también me dio buenos amigos, en especial uno, mi querido Jorgis que aunque sea más despistado que yo aquí se ha vuelto como mi hermano.
Mis tres meses pasaron tan rápido que ni cuenta me di. Al ver que mi tiempo en Madrid terminaba empecé a pensar en que no quería volver a casa así que por probar suerte publique un anuncio donde me ofrecía de Aupair (que ingenua era jaja), al final empece a pensar que tendría que volver a casa hasta que una llamada determino mi destino, me iba a Irlanda.
Irlanda
Irlanda...sólo su nombre hace pensar en el frío y la lluvia constante, más de uno al escuchar el nombre de este país dice "Irlanda? nooo gracias, prefiero un sitio de playa", a todas esas personas que sólo piensan en sol y playa les digo que prueben a ir aquellos lugares fríos de los que tanto huyen, dan una perspectiva diferente de paisaje y una forma diferente de apreciar la belleza que trae la lluvia, el frío, la nieve o incluso esa neblina espesa (la cual me encanta) que hace que parezcas uno de los protagonistas de Silent Hill.
De este país me llevo varias experiencias, nuevas personas que en su momento jugaron un papel importante en mi vida, otras que estuvieron de paso, otras que por supuesto se han quedado y ahora son amigos del alma y otras que volvieron a atormentar mis sentimientos. Fue un año diferente en todos los aspectos, un año en que volví actuar por impulsos y por dejarme llevar. Esto último me hace hacer cosas de las cuales no me arrepiento porque de todo se aprende, sea bueno o malo, pero el volverme loca y comprar un billete de avión a París una tarde en la que ya había decidido que hacer con mis dos semanas de vacaciones lo trastocó todo, pero que puedo hacer si soy así.
Francia
Este cambio de planes me llevo a la bella Francia a visitar antiguas amistades y a un antiguo dolor de cabeza (no tiene otro nombre). Cuando vuelves a ver a una persona tras 4 años sin saber de ella se te pasan mil cosas por la cabeza (como reaccionará él, como reaccionaras tú, si habrá cambiado mucho, poco... en fin, mil cosas) aunque siempre predomina una en concreto, que vas a sentir al verlo. No podría explicar con palabras lo que sentí, después de quedar con él en quien sabe que quartier de París y de esperarle lo que me pareció una eternidad, ahí lo tenía...frente a mí esperándome en su coche y vistiendo un traje azul marino. Monte en el coche y no me atreví a mirarle durante un par de minutos...todo era raro en general pero note que a él le pasaba lo mismo, no hacíamos más que mirarnos un par de segundos, apartar la mirada y reírnos, estuvimos haciendo el tonto de esta manera casi lo que pareció una eternidad pero no, sólo fue lo que duró una canción que sonaba de fondo. Comenzamos hablar y teníamos tanto que contar que se nos acumulaban las historias...eran muchas pero la que nos importaba a los dos era la que vivimos...fue intensa, corta y de gente inexperta o poco madura, sin embargo cuando una de las dos personas tiene las cosas más claras que la otra,ser o no experto en esto no sirve de nada.Lo que siempre me ha caracterizado es la sinceridad, tiene que predominar por mas cruel o dura que sea, quizás eso fue lo que hizo que conectáramos desde el principio, la sinceridad siempre esta bien y más cuando se puede hablar sin tapujos de absolutamente todo. Cuando salió el tema de porque no funcionó lo nuestro, me pude dar el lujo de decir todo lo que pensé en aquel momento y de lo que pensaba en ese preciso momento, obviamente el también me dio su versión de la historia pero sencillamente sigo pensando que ni el se lo termina de creer. Estuvimos hablando durante horas de absolutamente todo, era como si el tiempo no hubiera pasado, todo exactamente igual que hace 4 años atrás... al final la noche termino... Después de este día y de su comportamiento a la mañana siguiente, lo normal habría sido cerrar el cajón y no abrirlo más pero no, al mes siguiente me volvió la locura y me volví a comprar un billete con dirección París, no por él (no he conocido a nadie que me haga hacer eso y que merezca la pena) sino por una amiga casi hermana. Obviamente volvimos a vernos, todo fue aún más raro y me sirvió para comprobar lo que no quise aceptar, que no mereció la pena el tiempo empleado con él en ninguno de los momentos de mi vida, no me arrepiento pero si se pudiera volver el tiempo atrás, no lo repetiría.
Después de este paréntesis en París volví a Irlanda, Mullingar para ser más precisos.
Lo que duró mi estancia allí me sirvió para saber que la paciencia y yo ya no somos compatibles por lo que ahora cualquier cosa que no me gusta la digo sin problema alguno y sin perder tiempo (es muy valioso). Aquí me paso algo curioso y hasta gracioso, conocí a un guía con el cual hubo feeling desde el minuto 1 y bueno tras un año intentando quedar para un café en los Irish Pub de Dublin, nunca pudimos...el destino no quería y sólo me permitió quedar con él para despedirme un día antes de regresar a España...sigo pensando que fue por algo.
Mi regreso a Madrid me ha traído más cosas con las que tener la cabeza ocupada...pero eso ya lo cuento en mi próximo post que mi hora de trabajar esta terminando (¡Sí, me dedico hacer estas cosas para matar el aburrimiento, soy recepcionista en turno de tarde y no hay nadie, no digo más!!!)
No se si alguien lo leerá, si es así, espero haberte entretenido un mini rato.
BN
:)
